Hace bastantes años ya, cuando aún no existía el soplete ni la máquina de afeitar, aunque sí las cuchillas Sevillana, el gorrino, se chuscarraba primero con aleagas; se ponía después sobre la mesa de matazón y se le quitaba la piel y las cerdas pasando un cacho de teja por encima mientras se le iba echando agua caliente con una olla o jarro.
En la actualidad se afeitan las cerdas con una maquinilla de afeitar y se pasa un soplete para que todo quede muy limpio. Después, como dice el título de la foto, viene el ajetreo de descuartizar, seleccionar, picar, y cortar la carne para llevar a cabo la elaboración de chorizos, morcillas, costillas en adobo etc.
En la actualidad se afeitan las cerdas con una maquinilla de afeitar y se pasa un soplete para que todo quede muy limpio. Después, como dice el título de la foto, viene el ajetreo de descuartizar, seleccionar, picar, y cortar la carne para llevar a cabo la elaboración de chorizos, morcillas, costillas en adobo etc.