Cuando llegó se decidió a contarle todo a sus amigos, narrando las cotidianas visitas que recibía y las cosas tan raras que había visto. Todos le miraban extrañados, menos su mejor amigo, que sonreía con gran felicidad, y entonces se percató que algo extraño asomaba de su mochila. Le preguntó qué era, y tanto le insistió, que finalmente pudo ver el contenido de la mochila: