Entonces, una noche muy helada, cuando las estrellas brillaban en el cielo nocturno y copos de nieve danzaban delante de las ventanas, un niño y su padre entraron en la tienda.
“Hey mira esto”, dijo el papá cuando notó el nombre de la etiqueta de Wolstencroft. “Este oso de peluche tiene el mismo nombre que tú”
“ ¿Qué?” El niño gritó con sorpresa. “No creía que nadie más en toda gran mundo pudiese llamarse Wolstencroft.”
“Hey mira esto”, dijo el papá cuando notó el nombre de la etiqueta de Wolstencroft. “Este oso de peluche tiene el mismo nombre que tú”
“ ¿Qué?” El niño gritó con sorpresa. “No creía que nadie más en toda gran mundo pudiese llamarse Wolstencroft.”