– Frótale a tu hijo el cuello y el pecho con esta medicina y se curará- dijo una voz.
Las hadas le dan pan
Aunque tenía mucho miedo, Inés se acercó, tomó la botellita, frotó a su hijo con el líquido y, un instante después, el pequeño estaba saltando en la cama completamente restablecido.
Las hadas le dan pan
Aunque tenía mucho miedo, Inés se acercó, tomó la botellita, frotó a su hijo con el líquido y, un instante después, el pequeño estaba saltando en la cama completamente restablecido.