A esas alturas, la mujer estaba convencida de que las hadas le habían tomado cariño a ella y a su familia, y decidió pedirle un favor en cuanto se presentara la ocasión.
Ni aunque lo hubiera planeado habría salido mejor, Esa misma noche, la piedra del fogón se levantó de nuevo y se oyó una voz que decía:
Ni aunque lo hubiera planeado habría salido mejor, Esa misma noche, la piedra del fogón se levantó de nuevo y se oyó una voz que decía: