Aurora, era adorable y de buen carácter; todo lo contrario que su hermana, Aimée, la menor, quien era de carácter mezquino con ya tan sólo doce años. Aurora por aquel entonces contaba dieciséis, y tiempos complejos se avecinaban, pues su madre estaba empezando a perder el aspecto y los rasgos bonitos que la caracterizaban. No se sentía joven y un sentimiento de pesadumbre la invadía.
Para luchar frente a esto, decidió mudarse a otra ciudad, donde no fuese reconocida, y envió a Aurora al campo, a una región bien lejana. El objetivo de la madre era ocultar a su primogénita, pues por culpa de ella los lugareños podrían averiguar que, teniendo una hija tan mayor, ella sería más mayor de lo que parecía. La mujer se llevó consigo a Aimée, engañando a los demás, pues aseguraba que la pequeña tenía solamente diez años y que había dado a luz a ella cuando era una jovencita de quince. Toda artimaña con tal de ocultar su verdadera edad.
Para luchar frente a esto, decidió mudarse a otra ciudad, donde no fuese reconocida, y envió a Aurora al campo, a una región bien lejana. El objetivo de la madre era ocultar a su primogénita, pues por culpa de ella los lugareños podrían averiguar que, teniendo una hija tan mayor, ella sería más mayor de lo que parecía. La mujer se llevó consigo a Aimée, engañando a los demás, pues aseguraba que la pequeña tenía solamente diez años y que había dado a luz a ella cuando era una jovencita de quince. Toda artimaña con tal de ocultar su verdadera edad.