Tuvieron suerte esta vez, pues en la tierra donde naufragaron Aurora halló a su hijo desaparecido, Beaujour, en brazos de una misteriosa señora. Ésta les contó que tiempo atrás su marido era pirata, y había raptado al niño. Pero ellos mismos también habían naufragado y tanto ella como el pequeño habían logrado salvar la vida.