El destino les había deparado miel y sonrisas, pues Aurora así ya era feliz pese a estar todos perdidos en tierra desconocida. Pero es que no acabaría así la historia, pues Aurora, Beaujour e Ingénu fueron rescatados por los embajadores, quienes navegaron por encontrarse con su futuro rey.
En su tierra de siempre, en adelante Ingénu reinó, con dicha para su gente y felicidad para su familia. Y Aurora jamás volvería a quejarse de sus desgracias, pues había aprendido por experiencia que éstas bien pueden suponer el germen de nuestra felicidad.
En su tierra de siempre, en adelante Ingénu reinó, con dicha para su gente y felicidad para su familia. Y Aurora jamás volvería a quejarse de sus desgracias, pues había aprendido por experiencia que éstas bien pueden suponer el germen de nuestra felicidad.