¡Madre mía!, cómo cogería ahora mismo "carretera y manta" y me iría por estas carreteras de Dios hasta encontrar la que separa Villalgordo del Marquesado de Alconchel de la Estrella, aunque sólo fuese para traerme a Barcelona El Ramo de olivo bendecido en este día. ¡Cómo se suele decir..."El año que viene si Dios quiere"! Qué nostalgia, Dios...