El agua que cura todo
Tres príncipes jóvenes veían cómo su padre, el rey, agonizaba en una cama gravemente enfermo. Ni siquiera los mejores curanderos de la región habían podido sanar al pobre rey, ninguna pócima, por mágica que fuera, le había devuelto la sonrisa.
Tres príncipes jóvenes veían cómo su padre, el rey, agonizaba en una cama gravemente enfermo. Ni siquiera los mejores curanderos de la región habían podido sanar al pobre rey, ninguna pócima, por mágica que fuera, le había devuelto la sonrisa.