ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Claro que sí! – exclamó el duende con alegría al ver...

¡Claro que sí! – exclamó el duende con alegría al ver que por fin, alguien le había tratado con amabilidad – Debes buscarla en la cueva encantada. Pero ten cuidado, porque un terrible oso protege la entrada.