ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: – Para nada, triste humano, he venido a observarte...

– Para nada, triste humano, he venido a observarte porque no creo que seas tan listo. – respondió el diablo mientras se frotaba las manos frenéticamente – Justo en este lugar he escondido un tesoro de piedras preciosas y joyas de oro, pero me pertenecen sólo a mí.