ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El diablo no pudo disimular su confusión, ¡Aquel chico...

El diablo no pudo disimular su confusión, ¡Aquel chico no le tenía el menor miedo! Y como estaba tan furioso comenzó a dar pequeños brinquitos en el suelo y a golpear la tierra con sus puños.