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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Y una vez más, se acercó a la bobina y desenrolló el...

Y una vez más, se acercó a la bobina y desenrolló el hilo dorado. En cuestión de segundos, apareció junto al rey una hermosa mujer. ¡Era su reina! Pero eso no era todo, pues el rey también pudo ver como correteaban y saltaban por la habitación cinco hermosos pequeñines.