¡Madre mía!, qué recuerdos me ha traído el título de esta foto: Los velones de la ermita...
Velones, o velas, era como solíamos llamar, en mis años infantiles, a los mocos que colgaban de las narices de algunos chicos y chicas de "mis yerbas". Yo recuerdo a alguna chica de mi edad, que dada su manera de sacar, o sorber mocos, algunas veces oía aquella canción utilizada en estos casos, que decía así.
Moco verde,
pan tostao,
quien comería
de tu guisao.
Ahora, en estos días que vivimos, resulta un poco "asquerosete" recordar y hablar de todo esto, pero en aquellos años, era casi tan normal ver a algún chico o chica con los mocos colgando que ya ni les prestábamos atención. ¡Eso sí! Recuerdo a una chica de mi edad, de la que no voy a decir su nombre, que cada vez que Doña María la llamaba para leer la lección del Catón, y agachaba la cabeza, se pasaba toda la lección completa subiendo y bajando velas... Velas verdes como el trigo verde, y al verde, verde limón.
Velones, o velas, era como solíamos llamar, en mis años infantiles, a los mocos que colgaban de las narices de algunos chicos y chicas de "mis yerbas". Yo recuerdo a alguna chica de mi edad, que dada su manera de sacar, o sorber mocos, algunas veces oía aquella canción utilizada en estos casos, que decía así.
Moco verde,
pan tostao,
quien comería
de tu guisao.
Ahora, en estos días que vivimos, resulta un poco "asquerosete" recordar y hablar de todo esto, pero en aquellos años, era casi tan normal ver a algún chico o chica con los mocos colgando que ya ni les prestábamos atención. ¡Eso sí! Recuerdo a una chica de mi edad, de la que no voy a decir su nombre, que cada vez que Doña María la llamaba para leer la lección del Catón, y agachaba la cabeza, se pasaba toda la lección completa subiendo y bajando velas... Velas verdes como el trigo verde, y al verde, verde limón.