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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: La desesperación del soldado era tal que no podía renunciar...

La desesperación del soldado era tal que no podía renunciar a tamaña oferta, o regalo envenenado según lo quieran ustedes ver, pues ¿qué podemos esperar de algo que procede del mismísimo Mal? Así pues, inició el desafío de revestirse con la capa verde. En sus bolsillos, según indicaciones del que retaba, hallaría todo el dinero que precisase y una piel de oso, con la cual debía dormir cada noche. De esta guisa fue como el soldado sería conocido por Piel de Piel de Oso se preparó a conciencia y partió. Y desde el primer día dio mucho dinero a los pobres y necesitados, y él a cambio rogó que rezasen por él y por el bien de su hazaña.