ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El jefe de pista hizo restallar el látigo y entró corriendo...

El jefe de pista hizo restallar el látigo y entró corriendo Pinocho, la estrella del espectáculo. Recorrió la pista una y otra vez, trotando y galopando. Cuando la gente aplaudió entusiasmada su fantástica actuación, Pinocho levantó orgulloso la cabeza y miró al público. ¿Y a quién diríais que vio sentada en primera fila? ¡Si es la mismísima hada en persona! Pinocho cruzó la pista corriendo y trató de hablarle, pero como era un burro sólo atinó a rebuznar. El público rió a carcajadas, pero el jefe de pista, furioso, le golpeó en el hocico con el látigo. El golpe hizo que a Pinocho se le llenaran los ojos de lágrimas y cuando volvió a aclarársele la vista, ¡el hada había desaparecido! ¡Imaginaos la desesperación del pobre Pinocho! Por dos veces intentó saltar a través del aro, y ambas veces fracasó. Y al tercer intento, cayó con tan mala fortuna, que se lastimó una pata.