ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Era una lápida sepulcral! Y cuando Pinocho leyó la...
¡Era una lápida sepulcral! Y cuando Pinocho leyó la inscripción, creyó que se le partía el corazón. Se arrojó al suelo, rompió a llorar y así permaneció toda la noche, sollozando amargamente.