ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Pobre Pinocho! No podía hacer otra cosa que esperar....
¡Pobre Pinocho! No podía hacer otra cosa que esperar. Permaneció junto a la puerta toda la noche, hasta que por fin se abrió al amanecer. ¡El caracol había tardado nueve horas en bajar a la planta baja!