A Mirta le encantaba poder ayudarles. —Hala, subid a bordo, que esta buena tortuga os llevará a la
feria. Como no nos demos prisa, nos perderemos la función. Agarraos bien y ¡andando! Mirta despegó del fondo del
mar y partió para la feria en Arrecife de los Naufragios.