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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Pulgarcito sobre el Caracol...

Pulgarcito sobre el Caracol

Cuando sonó la hora convenida, la madre enganchó el caballo y puso a Pulgarcito en su oreja; y así iba el pequeño dando órdenes al animal: « ¡Arre! ¡Soo! ¡Tras!». Todo marchó a pedir de boca, como si el pequeño hubiese sido un carretero consumado, y el carro tomó el camino del bosque. Pero he aquí que cuando, al doblar la esquina, el rapazuelo gritó: « ¡Arre, arre!», acertaban a pasar dos forasteros.