El arco es estupendo y las piedras de "la parecilla" me recuerdan a las de una pared que, día a día y piedra a piedra, construyó el hermano Benito, en Rada de Haro, y que aún se conserva después de muchos años. Sólo utilizó sus manos y las piedras que encontraba y creía que le podían servir para tal obra. Yo era muy pequeña cuando ya estaba casi terminada.