ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Un Ojito, que se hallaba rendida por el largo paseo,...
Un Ojito, que se hallaba rendida por el largo paseo, se sentó y entonces Dos Ojitos se puso a cantarle. Un Ojito se quedó dormida y Dos Ojitos, pronunciando las palabras mágicas, se sentó a la mesita y comió y bebió hasta quedar saciada.