Y allá se fueron todas. La cojita llevó además un cesto de ropa para lavar; al ponerse a lavar se quitó el anillo y lo dejó en una piedra. En esto que estaban alegremente jugando en torno a la fuente cuando, de pronto, vieron venir al hombre del saco y se dijeron unas a otras:
-Corramos, por Dios, que ahí viene el hombre del saco para llevársenos a todas –y huyeron a todo correr.
-Corramos, por Dios, que ahí viene el hombre del saco para llevársenos a todas –y huyeron a todo correr.