Con que la cojita se metió en el saco a buscarlo sin sospechar nada y el viejo, que era el hombre del saco, cerró el costal, se lo echó a la espalda con la niña dentro y se marchó camino adelante, pero en vez de ir hacia el pueblo de la niña, tomó otro camino y se marchó a un pueblo distinto. Iba el viejo de lugar en lugar buscándose la vida, así que por el camino le dijo a la niña: