Al poco rato volvió el viejo, que comió y bebió y después se acostó. Al día siguiente, el viejo se levantó, tomó su limosna y salió camino de otro pueblo.
Cuando llegó, reunió a la gente y anunció como de costumbre que llevaba consigo un saco que cantaba y, lo mismo que otras veces, se formó un corro de gente, recogió algunas monedas y dijo:
Cuando llegó, reunió a la gente y anunció como de costumbre que llevaba consigo un saco que cantaba y, lo mismo que otras veces, se formó un corro de gente, recogió algunas monedas y dijo: