Probando que puede haber varios mensajes, como antes, en una misma foto.
Mira Rubí, en mi pueblo, en este mismo, Alconchel, tenemos dos botijos, uno de verano y otro de invierno.
El de verano era de arcilla blanca, muy porosa, para que sudara mucho y funcionara termodinámicamente bien, ya que el invento del botijo está basado en el frio (robo de calor), que se produce al evaporarse el agua que resuda. Para que se evapore, se seque, cada gramo de agua resudada tiene que robar del botijo 540 calorías. Cuanto mas resuda mas enfría.
Por contra, si uno quería echarse un largo trago en invierno; que tuviera bien cuidada la dentadura, al caerle ese chorro que todos presumíamos, alargándolo, a temperaturas de solo 2 o 3ºC no hay muela que no se callase. Para eso, para que no se enfriara mas el agua del botijo, se usaban los de invierno. Están hechos de arcilla roja, mas compacta, de mayor cualidad de sinterización tras el recocido en el horno, (de esto si que saben nuestros queridos TEJEROS), y además, para hacerlos mas impermeables se esmaltan, con un esmalte transparente, que a la vez realza y proteje la decoración de filigranas coloreadas que los adorna. Los de verano se ponen encima de un plato, para que no mojen, y en el suelo, cerca de las puertas, donde haya algo de corriente de aire. Y los de invierno, no necesitan el plato y se ponen cerca de la chimenea.
Y venga, Milagros anímate.
Saludos cordiales
Gabriel
Mira Rubí, en mi pueblo, en este mismo, Alconchel, tenemos dos botijos, uno de verano y otro de invierno.
El de verano era de arcilla blanca, muy porosa, para que sudara mucho y funcionara termodinámicamente bien, ya que el invento del botijo está basado en el frio (robo de calor), que se produce al evaporarse el agua que resuda. Para que se evapore, se seque, cada gramo de agua resudada tiene que robar del botijo 540 calorías. Cuanto mas resuda mas enfría.
Por contra, si uno quería echarse un largo trago en invierno; que tuviera bien cuidada la dentadura, al caerle ese chorro que todos presumíamos, alargándolo, a temperaturas de solo 2 o 3ºC no hay muela que no se callase. Para eso, para que no se enfriara mas el agua del botijo, se usaban los de invierno. Están hechos de arcilla roja, mas compacta, de mayor cualidad de sinterización tras el recocido en el horno, (de esto si que saben nuestros queridos TEJEROS), y además, para hacerlos mas impermeables se esmaltan, con un esmalte transparente, que a la vez realza y proteje la decoración de filigranas coloreadas que los adorna. Los de verano se ponen encima de un plato, para que no mojen, y en el suelo, cerca de las puertas, donde haya algo de corriente de aire. Y los de invierno, no necesitan el plato y se ponen cerca de la chimenea.
Y venga, Milagros anímate.
Saludos cordiales
Gabriel