Buenas tardes alconcheleros y foreros.
¿Recordáis aquellos brotes verdes que habían de llegar de un momento a otro mientras Zapatero and family habitaban en la Moncloa? Pues, como ya debéis saber, -lo sabe casi todo el mundo-, no solamente no han llegado los susodichos brotes, ni otras muchas cosas más que todos esperábamos, sino que al parecer, han sido sustituidos por algo mucho peor. Algo o alguien, que ha llegado, -incluso al Cogreso-, soltando coces por doquier, así que no es de extrañar que Federico Jiménez Losantos escriba lo que escribe, donde le da unas buenas recomendaciones a la recién elegida Presidenta.....
¿Recordáis aquellos brotes verdes que habían de llegar de un momento a otro mientras Zapatero and family habitaban en la Moncloa? Pues, como ya debéis saber, -lo sabe casi todo el mundo-, no solamente no han llegado los susodichos brotes, ni otras muchas cosas más que todos esperábamos, sino que al parecer, han sido sustituidos por algo mucho peor. Algo o alguien, que ha llegado, -incluso al Cogreso-, soltando coces por doquier, así que no es de extrañar que Federico Jiménez Losantos escriba lo que escribe, donde le da unas buenas recomendaciones a la recién elegida Presidenta.....
Rectifico algo sobre el mensaje anterior: No es "Cogreso, es Parlamento lo que quise decir.
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" Los políticos, como a los obispos y a los melones, hay que catarlos; esto es, hay que probarlos cuando llega la oportunidad, del político y del catador. Todos saben que desde hace mucho tiempo he defendido que Ana Pastor sería una buena Presidenta de un Gobierno de coalición PP-C´s, en el caso, para mí deseable, de que Rajoy diera un paso atrás. Pero está claro que en las elecciones del 26J una mayoría no por escuálida menos evidente ha preferido continuar con Rajoy o que Rajoy continúe. Y Mariano, como todos los líderes, tiene al partido cogido por las listas electorales, el área más sensible de la grey culiparlante, siéntese en el Congreso o el Senado...
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" Los políticos, como a los obispos y a los melones, hay que catarlos; esto es, hay que probarlos cuando llega la oportunidad, del político y del catador. Todos saben que desde hace mucho tiempo he defendido que Ana Pastor sería una buena Presidenta de un Gobierno de coalición PP-C´s, en el caso, para mí deseable, de que Rajoy diera un paso atrás. Pero está claro que en las elecciones del 26J una mayoría no por escuálida menos evidente ha preferido continuar con Rajoy o que Rajoy continúe. Y Mariano, como todos los líderes, tiene al partido cogido por las listas electorales, el área más sensible de la grey culiparlante, siéntese en el Congreso o el Senado...
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Ahora bien, lo mismo que hemos de asumir el saldo de las urnas los que creíamos mejor para España y para el propio PP que en vez de Rajoy el candidato hubiera sido Pastor, Casado o Cifuentes, los rajoyistas deben ir aceptando que tienen Presidente pero no tienen cómo formar un Gobierno que dure más de tres meses sin acudir a Albert Rivera, sí, el mismo al que en el último vídeo de campaña el PP tuvo la desvergüenza de pedir el voto (“Albert, vota PP”) para “desperdiciarlo”. Sin los “desperdicios” de tres millones doscientos mil ciudadanos que merecen más respeto, Rajoy y sus marianos estarían comprando gorros para el solazo en la cola del INEM. Empecemos, pues, a respetarnos todos, que de todos dependemos todos.
La verdadera Vicepresidencia Política
Como Mariano prefiere empezar a gobernar con sus escuálidos 137 escaños, es evidente que la mayoría gubernamental se irá formando en las negociaciones parlamentarias, porque cualquier ley de cualquier ministerio deberá contar, al menos, con el placet de Ciudadanos. Y eso supone que la pactada y muy pensada mayoría de 5 en la Mesa del Congreso (3 del PP + 2 de C´s) frente a los 4 de la Oposición (2 del PSOE, 2 de Podemos) será el Superministerio de Relaciones con las Cortes o la Vicepresidencia Política de las Cortes en el Gobierno, pero en ambos casos a cargo de Ana Pastor.
Esa es la tarea mediata de la Presidenta del Congreso, tercer cargo del Estado, tras el Rey y el Presidente del Gobierno. Pero la inmediata, en mi opinión, es dignificar el propio Congreso de los Diputados. Acabar con la abulia de acebuche de Posada y el pasotismo progre de Patxi López, que ha permitido que en la Cámara que representa nada menos que la Soberanía del Pueblo Español, fuente de legitimidad de todos los cargos y leyes, se rompa la Constitución o se convierta en una burla a la ciudadanía el juramento o promesa del cargo de diputado, como ha sucedido, esperemos que por última vez, con el desembarco de la horda agropecuaria podemita. Si Pastor aspira a desempeñar bien su función política para que el Gobierno funcione, lo primero que tiene que hacer es dignificar el Parlamento. No se podrá gobernar desde las Cortes, como es imperativo en esta legislatura, si los diputados no respetan la propia institución parlamentaria. Y eso supone sancionar fulminantemente, por la vía económica y reglamentaria, a todos los que no respeten a todos los españoles que, aun sin haberlos votado o incluso votando contra ellos, les pagamos un sueldazo todos los meses....
Ahora bien, lo mismo que hemos de asumir el saldo de las urnas los que creíamos mejor para España y para el propio PP que en vez de Rajoy el candidato hubiera sido Pastor, Casado o Cifuentes, los rajoyistas deben ir aceptando que tienen Presidente pero no tienen cómo formar un Gobierno que dure más de tres meses sin acudir a Albert Rivera, sí, el mismo al que en el último vídeo de campaña el PP tuvo la desvergüenza de pedir el voto (“Albert, vota PP”) para “desperdiciarlo”. Sin los “desperdicios” de tres millones doscientos mil ciudadanos que merecen más respeto, Rajoy y sus marianos estarían comprando gorros para el solazo en la cola del INEM. Empecemos, pues, a respetarnos todos, que de todos dependemos todos.
La verdadera Vicepresidencia Política
Como Mariano prefiere empezar a gobernar con sus escuálidos 137 escaños, es evidente que la mayoría gubernamental se irá formando en las negociaciones parlamentarias, porque cualquier ley de cualquier ministerio deberá contar, al menos, con el placet de Ciudadanos. Y eso supone que la pactada y muy pensada mayoría de 5 en la Mesa del Congreso (3 del PP + 2 de C´s) frente a los 4 de la Oposición (2 del PSOE, 2 de Podemos) será el Superministerio de Relaciones con las Cortes o la Vicepresidencia Política de las Cortes en el Gobierno, pero en ambos casos a cargo de Ana Pastor.
Esa es la tarea mediata de la Presidenta del Congreso, tercer cargo del Estado, tras el Rey y el Presidente del Gobierno. Pero la inmediata, en mi opinión, es dignificar el propio Congreso de los Diputados. Acabar con la abulia de acebuche de Posada y el pasotismo progre de Patxi López, que ha permitido que en la Cámara que representa nada menos que la Soberanía del Pueblo Español, fuente de legitimidad de todos los cargos y leyes, se rompa la Constitución o se convierta en una burla a la ciudadanía el juramento o promesa del cargo de diputado, como ha sucedido, esperemos que por última vez, con el desembarco de la horda agropecuaria podemita. Si Pastor aspira a desempeñar bien su función política para que el Gobierno funcione, lo primero que tiene que hacer es dignificar el Parlamento. No se podrá gobernar desde las Cortes, como es imperativo en esta legislatura, si los diputados no respetan la propia institución parlamentaria. Y eso supone sancionar fulminantemente, por la vía económica y reglamentaria, a todos los que no respeten a todos los españoles que, aun sin haberlos votado o incluso votando contra ellos, les pagamos un sueldazo todos los meses....