UN LINGOTE DE ORO TAN GRANDE COMO LA CABEZA DE UN CABALLO
Un rico mercader que se bañaba en el río estaba a punto de ahogarse. Un viejo que pasaba por allí oyó sus gritos, se zambulló y logró sacarlo hasta la orilla. El mercader no sabía cómo recompensar al viejo: lo invitó a su casa en la ciudad, le dedicó mil atenciones y le regaló un lingote de oro tan grande como la cabeza de un caballo.
Un rico mercader que se bañaba en el río estaba a punto de ahogarse. Un viejo que pasaba por allí oyó sus gritos, se zambulló y logró sacarlo hasta la orilla. El mercader no sabía cómo recompensar al viejo: lo invitó a su casa en la ciudad, le dedicó mil atenciones y le regaló un lingote de oro tan grande como la cabeza de un caballo.