EL BOLSILLO MÁGICO. Roberto Piumini
El caballero Angelito tenía todo lo que debe tener un caballero: fuerza y valentía para luchar contra los malvados, un buen caballo que lo llevaba a todas partes y una larga capa que lo resguardaba del frío. Sin embargo, le faltaban un palmo o dos de estatura, pues era un caballero bastante bajito. Por eso precisamente lo llamaban Angelito: si hubiera sido alto como un gigante, le habrían llamado Angelote o Angelón, o por lo menos Ángel, sin una letra de más ni una de menos.
El caballero Angelito tenía todo lo que debe tener un caballero: fuerza y valentía para luchar contra los malvados, un buen caballo que lo llevaba a todas partes y una larga capa que lo resguardaba del frío. Sin embargo, le faltaban un palmo o dos de estatura, pues era un caballero bastante bajito. Por eso precisamente lo llamaban Angelito: si hubiera sido alto como un gigante, le habrían llamado Angelote o Angelón, o por lo menos Ángel, sin una letra de más ni una de menos.