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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Lindaflor, ¿me querrías por esposo?...

Lindaflor, ¿me querrías por esposo?
Lindaflor respondió con decisión:
- Sois demasiado bajo, caballero Angelito. A mí siempre me han gustado los muchachotes altos…
Angelito no se inmutó. ¡Con deciros que no movió ni una pestaña…! Por tercera vez aquel día, se dijo: “A veces lo más sencillo es buscar en el bolsillo”, y lo que encontró fue esta vez en su capa fue una ciruela madura. Lindaflor, que no había cenado, la miró con ojos golosos.