Vaya, vaya, he dormido bien, pero parece que esta bolsa se vuelve cada vez más pesada.
Cuando avistó su casa, gritó desde lejos:
-Mamá, mamá, pon la olla de cristal en la chimenea que llego con la cena.
La vieja madre del zorro puso la olla de cristal en la chimenea, la llenó de agua y encendió el fuego.
Mientras el agua hervía, el zorro subió al tejado y desató la bolsa encima de la chimenea.
- ¡Señor gato, señor ratón, señor gallito rojo, acomodaos en la olla! –exclamó y echó campana abajo lo que había en la bolsa. Las tres piedras cayeron en la olla de cristal y la hicieron añicos.
Cuando avistó su casa, gritó desde lejos:
-Mamá, mamá, pon la olla de cristal en la chimenea que llego con la cena.
La vieja madre del zorro puso la olla de cristal en la chimenea, la llenó de agua y encendió el fuego.
Mientras el agua hervía, el zorro subió al tejado y desató la bolsa encima de la chimenea.
- ¡Señor gato, señor ratón, señor gallito rojo, acomodaos en la olla! –exclamó y echó campana abajo lo que había en la bolsa. Las tres piedras cayeron en la olla de cristal y la hicieron añicos.