-No temas -le dijo el caballo-. La espada que llevas al cinto está encantada, y con ella ganarás a todos los enemigos que se pongan ante ti.
Al entrar en el palenque donde debía celebrarse la justa, el príncipe de la luna en la frente y la estrella en la barbilla, causó verdadera sensación, sobre todo en la princesa Armina, que enseguida quedó enamorada de él, y deseó con toda su alma que fuese el vencedor en la lucha.
Al entrar en el palenque donde debía celebrarse la justa, el príncipe de la luna en la frente y la estrella en la barbilla, causó verdadera sensación, sobre todo en la princesa Armina, que enseguida quedó enamorada de él, y deseó con toda su alma que fuese el vencedor en la lucha.