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Siguiendo en la Plata baja, podemos ver también "La portería: Se encuentra anexa al Colmado Senén, habitada por la cotilla portera de la comunidad de vecinos, quien recuerda a Doña Tomasa, con fruición, va y alquila su mansión de Escobar y a Doña Lío Portapartes de Raf; de esta última tiene hasta su mismo físico con moño, chal, delantal, falda oscura y escoba para barrer. Suele hablar con Don Hurón o con alguno de los que intentan utilizar el ascensor para explicarles su mal funcionamiento o el motivo de ser reemplazado.
El ascensor: A pesar de tratarse de un ser inerte, es un personaje por derecho propio de igual modo, pues sufre las más diversas peripecias y fenómenos. Tan pronto no funciona bien como es robado como se encoje al mojarse como está en reparación y es sustituido por variados métodos alternativos (como un cañón, un fuelle gigante para impulsar a los viajantes a los pisos superiores o cartuchos de TNT), o es reemplazado por nuevas versiones encargadas a variopintos constructores (como un fabricante de juegos de ajedrez, uno de las pompas fúnebres o un vidriero, los cuales predeciblemente proporcionan a modo de ascensor una torre, un ataúd y una botella gigante).
La alcantarilla: Frente a la portería habita Don Hurón (Doroteo Hurón), nada más y nada menos que en una alcantarilla, que posiblemente le fuera alquilada por la dueña de la pensión, a juzgar por lo que asegura en la primera entrega de la serie. A menudo aparece comentando sus problemas con la portera, generalmente sobre transeúntes despistados que caen por el boquete de la alcantarilla o sobre los intentos de una serie de ratas que viven en el pozo por disputarle la vivienda."
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