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Según he podido leer e Google, "las estrategias de manejo de praderas en cuanto a
intensidad, frecuencia y oportunidad de uso, ya sea por corte o pastoreo, tienen influencia directa sobre la composición botánica, rendimiento y calidad de las especies forrajeras. El efecto del corte depende de la cantidad y tipo de tejido removido, del estado fenológico en que se encuentra la planta y de las condiciones meteorológicas prevalecientes al momento de realizarse. El principal efecto del corte es la reducción de la tasa fotosintética del dosel, por la disminución en el
índice de área foliar. La recuperación de la pradera depende entre otros factores del tejido foliar residual, las reservas de carbohidratos y la habilidad
para movilizarlos, o de una combinación de éstos. En ballico perenne (Lolium perenne L.), las reservas de carbono y nitrógeno en las raíces y tallos contribuyen a la formación de nuevas hojas; sin embargo sólo son suficientes para dos días de rebrote. Por ello, el crecimiento depende en mayor grado del área fotosintéticamente activa, la cual incrementa progresivamente conforme se forman y crecen los nuevos tallos y hojas.
Los efectos de la intensidad y frecuencia de corte en la tasa de crecimiento del forraje y su acumulación, dependen de la duración del rebrote.
Con defoliaciones frecuentes, la pradera no alcanza el índice de área foliar óptimo y en consecuencia las plantas reciben un alto cociente de luz roja/roja
lejana + azul que resulta en la formación de plantas con hojas cortas y una alta densidad de tallos. Por el contrario, con intervalos más largos la
competencia por luz entre plantas aumenta continuamente, y cada defoliación implica un cambio en la calidad e intensidad de la luz que
intercepta, por lo que las plantas desarrollan hojas largas y una baja densidad de tallos...
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