-Estos ataúdes -díjole- estaban destinados a tus hermanos, pero ellos huyeron al bosque antes de nacer tú -y le contó todo lo ocurrido. Dijo entonces la niña:
-No llores, madrecita mía, yo iré en busca de mis hermanos.
-No llores, madrecita mía, yo iré en busca de mis hermanos.