Diosa Demeter, tengo malas noticias. Un pastor me contó que vio un carruaje siniestro, guiado por un rey calzando una armadura negra, se llevó a una joven que gritaba muerta de miedo. La tierra se abrió y ambos desaparecieron en sus entrañas. Pienso que podría ser tu hija Perséfone.