ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: No. Pan tierno y corazón sensible, dan a menudo grandes...

No. Pan tierno y corazón sensible, dan a menudo grandes dolores.
Y, como el día anterior, desapareció en las aguas del lago.
El hijo de la viuda había observado que, mientras hablaba la encantadora muchacha de cabellos de oro sonreía y sus ojos relucían maravillosamente. Esto le hizo abrigar alguna esperanza y, cuando llegó a su casita, estaba menos triste que la noche anterior.
Su madre quiso saber lo que le había sucedido y, cuando el joven hubo terminado su relato, dijo: