ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Sentado junto a la orilla, el hijo de la viuda no apartaba...

Sentado junto a la orilla, el hijo de la viuda no apartaba su mirada de la superficie del lago.
Más cuando llegó la hora de ponerse el sol sin que la fascinadora muchacha de los cabellos de oro y ojos color de cielo hubiera aparecido, el pobre joven sintió que una gran amargura invadía su corazón.