El anciano recibió mucho dinero a cambio de la pieza de tela, ya que ésta era muy bonita, y compró lo necesario para vivir además de un peine muy bonito para la chica.
Esa noche los tres estaban muy contentos y se quedaron conversando hasta muy tarde. En eso el abuelo dijo: "Ya vamos a dormir", pero la chica contestó: "Yo voy a continuar trabajando un poco más". Los ancianos se sorprendieron y le dijeron: " ¡No! hoy ya no trabajes! es mejor que descanses". La chica contestó: "Quiero hacer más piezas de tela para ustedes pero quisiera pedirles un favor, no entren a la habitación cuando esté trabajando.". El anciano preguntó sorprendido: " ¿Cómo? ¿No podemos verte trabajar?". La chica contestó: "No, por favor, quiero que me prometan que no lo harán."
Los ancianos no entendían la razón por la cual la chica les pedía eso pero asintieron con la cabeza.
Esa noche los tres estaban muy contentos y se quedaron conversando hasta muy tarde. En eso el abuelo dijo: "Ya vamos a dormir", pero la chica contestó: "Yo voy a continuar trabajando un poco más". Los ancianos se sorprendieron y le dijeron: " ¡No! hoy ya no trabajes! es mejor que descanses". La chica contestó: "Quiero hacer más piezas de tela para ustedes pero quisiera pedirles un favor, no entren a la habitación cuando esté trabajando.". El anciano preguntó sorprendido: " ¿Cómo? ¿No podemos verte trabajar?". La chica contestó: "No, por favor, quiero que me prometan que no lo harán."
Los ancianos no entendían la razón por la cual la chica les pedía eso pero asintieron con la cabeza.