Esa noche Gafur no podía quedarse dormido y no paraba de dar vueltas bajo las sábanas. A medianoche se levantó y fue a la ventana. Miró hacia el jardín. La luna brillante y clara lo iluminaba desde el cielo. Allí afuera, una fuente tintineaba. Se vistió y salió hacia la fuente a mirar el brillante goteo derramarse en el recipiente de mármol.
De repente, se oyó una risa musical y una bella hada apareció ante él, en el mismo centro de la fontana.
De repente, se oyó una risa musical y una bella hada apareció ante él, en el mismo centro de la fontana.