Cuando el hijo y los sirvientes oyeron esto, suplicaron ser perdonados. Gafur alegremente los perdonó a todos, pues no había rencor en su corazón.
Así, Gafur y la princesa se unieron en matrimonio y en la fiesta de bodas, junto con otros regalos, aparecieron sacos de oro y joyas. Los cortesanos miraban con asombro, maravillados, estos tesoros pensando que Gafur debía ser casi tan rico como el mismo rey. Entonces la voz del hada dijo a los oídos de la pareja:
Así, Gafur y la princesa se unieron en matrimonio y en la fiesta de bodas, junto con otros regalos, aparecieron sacos de oro y joyas. Los cortesanos miraban con asombro, maravillados, estos tesoros pensando que Gafur debía ser casi tan rico como el mismo rey. Entonces la voz del hada dijo a los oídos de la pareja: