- ¡Que viváis juntos en verdadera felicidad y tengáis muchos hijos!
El oro y las joyas nunca menguaron, pues estaban en sacos encantados que volvían a llenarse tan pronto como se quedaban vacíos.
El oro y las joyas nunca menguaron, pues estaban en sacos encantados que volvían a llenarse tan pronto como se quedaban vacíos.