Te concedo cuarenta días pues -dijo el Rey-. Pero cuando hayan pasado, si no tienes la respuesta, pagarás con tu vida.
El astrólogo de la Corte parecía feliz y sonrió de satisfacción tras de su barba y su mirada le hizo sentirse al pobre Ahmed muy inquieto. ¿Y si después de todo, el astrólogo de la corte tenía razón?
El astrólogo de la Corte parecía feliz y sonrió de satisfacción tras de su barba y su mirada le hizo sentirse al pobre Ahmed muy inquieto. ¿Y si después de todo, el astrólogo de la corte tenía razón?