- ¡Ah, el número está completo, esta noche están aquí los cuarenta!
Todas las dudas se disiparon, era imposible que pudiesen haber sido vistos, ocultos por la oscuridad como habían venido, mezclados con los transeúntes y la gente de la ciudad. Ahmed nunca había mirado por la ventana, incluso aunque lo hubiera hecho, no habría podido verles, pues estaban bien escondidos en las sombras.
-Sobornemos al zapatero astrólogo -dijo el jefe de los ladrones. Le ofreceremos todo lo que pida del botín y así evitaremos que le hable de nosotros al jefe de la policía mañana, susurró a los otros.
Todas las dudas se disiparon, era imposible que pudiesen haber sido vistos, ocultos por la oscuridad como habían venido, mezclados con los transeúntes y la gente de la ciudad. Ahmed nunca había mirado por la ventana, incluso aunque lo hubiera hecho, no habría podido verles, pues estaban bien escondidos en las sombras.
-Sobornemos al zapatero astrólogo -dijo el jefe de los ladrones. Le ofreceremos todo lo que pida del botín y así evitaremos que le hable de nosotros al jefe de la policía mañana, susurró a los otros.