Pero esto no hizo cambiar su carácter y fue tan feliz siendo príncipe, como la había sido siendo un pobre zapatero.
Su anterior esposa, por la que había dejado de preocuparse, desapareció de su vida y obtuvo el castigo al que la condenó su insensata vanidad y su falta de sentimientos.
De este modo El Gran Diseñador, teje el tapiz de nuestra vida.
Su anterior esposa, por la que había dejado de preocuparse, desapareció de su vida y obtuvo el castigo al que la condenó su insensata vanidad y su falta de sentimientos.
De este modo El Gran Diseñador, teje el tapiz de nuestra vida.