Cállate, -dijo la posadera- muchos entrometidos ya han perdido su vida, sería una pena y una lástima si unos ojos tan bonitos no volviesen a ver la luz del día.
Pero el muchacho dijo: -No importa lo difícil que sea, aprenderé. Es por eso que he viajado tan lejos -y no dejó en paz al posadero hasta que al final le contó que no lejos de allí se levantaba un castillo encantado donde cualquiera podría aprender con facilidad lo que era tener miedo, si podía permanecer allí durante tres noches. El rey había prometido que cualquiera que lo consiguiese tendría la mano de su hija que era la mujer más hermosa sobra la que había brillado el Sol. Por otro lado en el castillo se encuentra un gran tesoro guardado por malvados espíritus. Ese tesoro sería liberado y harían rico a cualquiera. Algunos hombres ya lo han intentado, pero todavía ninguno ha salido.
A la mañana siguiente el joven fue a ver al rey y le dijo: -Si se me permite, desearía pasar tres noches en el castillo encantado.
Pero el muchacho dijo: -No importa lo difícil que sea, aprenderé. Es por eso que he viajado tan lejos -y no dejó en paz al posadero hasta que al final le contó que no lejos de allí se levantaba un castillo encantado donde cualquiera podría aprender con facilidad lo que era tener miedo, si podía permanecer allí durante tres noches. El rey había prometido que cualquiera que lo consiguiese tendría la mano de su hija que era la mujer más hermosa sobra la que había brillado el Sol. Por otro lado en el castillo se encuentra un gran tesoro guardado por malvados espíritus. Ese tesoro sería liberado y harían rico a cualquiera. Algunos hombres ya lo han intentado, pero todavía ninguno ha salido.
A la mañana siguiente el joven fue a ver al rey y le dijo: -Si se me permite, desearía pasar tres noches en el castillo encantado.