ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: - ¡Rapunzel! ¡Rapunzel! ¡Échame tus trenzas!...

- ¡Rapunzel! ¡Rapunzel! ¡Échame tus trenzas!
Rapunzel tenía un pelo espléndido y larguísimo. Echaba sus trenzas por la ventana y la Maga Violenta trepaba por ellas hasta entrar dentro de la torre.
Un día, el hijo del Rey, que iba de cacería y se había extraviado, vio la extraña torre.
Se quedó mirándola un rato y tuvo ocasión de ver cómo la Maga subía hasta lo alto por las trenzas de oro de Rapunzel.