Después les preguntó cómo se llamaba el jefe de todos ellos.
-Me llamo "Nadie" -mintió Ulises, que desconfiaba de aquel interrogatorio.
- ¡No me gusta ni tu nombre, ni la cara de tus compañeros! Por lo tanto, ahora me comeré dos de ellos, y al resto los dejaré encerrados un ratito más, hasta que me venga de nuevo el hambre -amenazó Polifemo contento.
- ¡Espera! -le gritó Ulises, asustado del peligro que corrían-. ¡Toma antes este vino que te ofrezco!
-Me llamo "Nadie" -mintió Ulises, que desconfiaba de aquel interrogatorio.
- ¡No me gusta ni tu nombre, ni la cara de tus compañeros! Por lo tanto, ahora me comeré dos de ellos, y al resto los dejaré encerrados un ratito más, hasta que me venga de nuevo el hambre -amenazó Polifemo contento.
- ¡Espera! -le gritó Ulises, asustado del peligro que corrían-. ¡Toma antes este vino que te ofrezco!