La próxima parada de Ulises fue en la isla de Eolo, el rey de los vientos.
Éste, a diferencia del Cíclope, era amable y gentil con las visitas.
A los viajeros los convidó con ricos alimentos y los abrigó con buenas ropas, y les preparó también mullidas camas para dormir por la noche. También les hizo una
Éste, a diferencia del Cíclope, era amable y gentil con las visitas.
A los viajeros los convidó con ricos alimentos y los abrigó con buenas ropas, y les preparó también mullidas camas para dormir por la noche. También les hizo una